Foto realizada por Félix Domínguez Sobrón
Los pasados días 9, 10 y 11 de marzo representamos las tres nuevas funciones del musical “El Rey León”.
Es la primera vez que repetimos un musical pero el esfuerzo realizado en todos los aspectos y la buena acogida del público en octubre nos decidieron a volver a representarlo.
Y la verdad es que fue todo un acierto tanto de público como artístico.
Nunca podremos agradecer suficiente a ese público el apoyo y cariño que hemos sentido con su presencia y sus aplausos, llenando el teatro en todas las funciones.
Agradecimiento que hacemos extensivo a todas esas personas y entidades que sin ser directamente del grupo Bambalina nos han acompañado en esta aventura y gracias a las que ha sido posible este musical.
Y, como siempre, mil gracias a Andrés y al equipo de AGT por ser, una vez más, la luz y el sonido que han hecho posibles nuestros sueños.
Pero el tiempo ha pasado y nuestra 11ª aventura ha llegado a su fin.
Después de unos días muy intensos para todos los que formamos el equipo de Bambalina, se ha hecho el silencio en el Doga.
Ya no se oyen las voces nerviosas de los actores yendo de un lado para otro, dentro y fuera del escenario.
Ya no se oyen las voces nerviosas de peluqueros, maquilladores, técnicos, atrezo, vestuario, apuntadores, regidores, directores...
Ya no suenan las canciones y la música que nos han acompañado todos estos días.
Ya no están ni el decorado ni el atrezo en el escenario.
Ya no están ni los trajes y ni las máscaras en los camerinos.
Ya se han apagado las luces que han iluminado todo este mundo mágico.
El Doga se ha quedado vacío y oscuro.
Como siempre nos queda la merienda. Ese día nos volveremos a juntar. Leones, hienas, gacelas, monos, jirafas, antílopes, cebras, pájaros, flores, plantas… toda la fauna y flora de la sabana y la selva al completo.
Pero no será lo mismo. Porque, como sucede con los cuentos, la magia habrá desaparecido y ese día nos volveremos a juntar niños, niñas, adolescentes, jóvenes y mayores. Nos volveremos a juntar la familia Bambalina tal como somos.
No es un adiós. Es solo un hasta pronto. Porque al final de una aventura sigue el inicio de una nueva aventura. Y es que el teatro, una vez que los has probado, engancha.
¿Cuál será esa aventura? El tiempo lo dirá…
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